Así es la denuncia del pseudosindicato Manos Limpias contra Begoña Gómez, mujer de Sánchez: siete páginas y ocho recortes de prensa

Madrid

La denuncia del pseudosindicato Manos Limpias contra Begoña Gómez, mujer del Presidente del Gobierno, por los presuntos delitos de corrupción en los negocios y tráfico de influencias se compone de siete páginas en los que incluye ocho recortes de prensa. Ocho titulares de los que, al menos, uno de ellos se ha confirmado que era falso y los medios que se hicieron eco de aquella noticia tuvieron que rectificar.

Por eso el juez, que no ha dado trasladado de la denuncia ni a la mujer del presidente del Gobierno ni a la Fiscalía, quiere escuchar como testigos a los directores de los medios que las publicaron y que pueden acogerse a su secreto profesional. Juan Carlos Peinado abre diligencias de investigación con ese documento, a pesar de que el Tribunal Supremo ha señalado siempre que ha recibido querellas de Manos Limpias con recortes de prensa que “la mera publicación de informaciones en los medios de comunicación no puede justificar sin más, la apertura de un procedimiento penal para la investigación de los hechos descritos si la denuncia o querella que los incorpora no aporta algún indicio accesible y racional de su comisión”.

Manos Limpias se limita a acusar a Begoña Gómez de prevalerse de su condición de "mujer de" para favorecer al empresario que "le montó el Master" y a la empresa Globalia que recibió un préstamo de más de 400 millones por las pérdidas causadas como consecuencia de la pandemia. Sus pruebas son los recortes de prensa.

Juan Carlos Peinado es titular del juzgado de instrucción número 41 de Plaza de Castilla. Entre las causas judiciales que ha llevado figura la investigación abierta a 12 periodistas que informaron del contenido del sumario que investiga a los CDR, pero las pesquisas acabaron archivadas. Igual que pasó con el presunto fraude fiscal del exfutbolista Raúl González Blanco, que la Audiencia de Madrid le obligó a reabrir con el primer carpetazo.

La causa está recurrida ante el Tribunal Constitucional. Los que le conocen le definen como "distante con la prensa y con aspiraciones a nivel judicial".