Tribunales

El 'caso Asunta': un asesinato lleno de preguntas que siguen sin respuesta

¿Por qué la mataron? ¿Por qué se suicidó su madre? ¿Por qué su padre no pide los permisos penitenciarios que podrían corresponderle? ¿Qué hay detrás de la repentina muerte de los abuelos poco antes?

La abogada Rosario Porto y el periodista Alfonso Basterra en una de las sesiones del juicio por la muerte de su hija Asunta Basterra en 2015 / lavandeira jr EFE

Madrid

El 21 de septiembre de 2013 los padres de Asunta Basterra denunciaron la desaparición de su hija de 12 años. Tres horas después, el cadáver de la niña fue encontrado en una pista forestal de Teo, cerca de Santiago de Compostela. Desde un primer momento, sus padres adoptivos —Rosario Porto y Alfonso Basterra— fueron sospechosos por sus "incongruencias y ambigüedades" y "versiones contradictorias" y no tardaron en ser detenidos. Una cuerda roja, las dosis elevadas de ansiolíticos en el cuerpo de la menor y las cámaras de seguridad que grabaron el coche de Porto hicieron el resto.

En 2015 llegó la condena. Un juzgado popular consideró que ambos eran culpables de la muerte de la niña y deberían cumplir 18 años de prisión. Consideraban que Porto y Basterra habían seguido un plan "concordado" pero en el aire flotaban una serie de interrogantes que aún, más de 10 años después, siguen sin resolverse. La principal incógnita es el móvil del crimen y esa duda genera otras muchas alrededor.

¿Por qué la mataron?

Esta es la gran pregunta que daría respuesta a muchas otras. Quizá para saberlo habría que conocer más en detalle cuál era la relación en ese momento entre Rosario Porto y Alfonso Basterra, que se habían separado ese mismo año tras una infidelidad. El juez José Antonio Vázquez Taín que llevó el caso hace 10 años cree que los padres podrían tener "motivos diferentes" para acabar con la vida de su hija. El magistrado además está convencido de que hay uno de los dos tenía claro que había que matar a la niña mientras el otro se dejó manipular porque tenía cosas que esconder que podían salir a la luz.

Sobrevuelan posibles abusos sexuales por parte de Basterra y del posible asesinato de los padres de Porto pero lo cierto es que estos asuntos nunca se llegaron a esclarecer. En el primer caso porque el juez no quiso "entrar" para centrarse en la muerte y, en el segundo, porque ya era imposible hacer autopsia y saber qué había pasado.

Este verano la productora Bambú Producciones ha estado grabando en Galicia una docuserie que abordará esos posibles desencadenantes pero no dejarán de ser especulaciones. La ficción se titulará El caso de Asunta y podrá verse en Netflix.

¿Intentaron matar a Asunta antes?

Hay un episodio que pasó desapercibido durante la investigación del caso que tampoco llegó nunca a esclarecerse. Dos meses antes del asesinato de Asunta, un hombre de negro y con guantes de látex entró en la casa donde vivía la niña con su madre. Rosario Porto contó en el juicio que esa persona intentó asfixiar a su hija y explicó que había podido acceder a la vivienda porque ella se había dejado "las llaves puestas por fuera". Asunta también le había contado a sus amigas que habían intentado matarla.

El juez Taín desliza en una entrevista en La Voz de Galicia que pudo ser el padre quien intentara acabar con la vida de su hija en esa ocasión pero que en el último momento se echó para atrás: "Un forense nos dijo que pensásemos en cuál de los dos era más racional, porque ese era el que tenía mayor propensión a fracasar en el intento de ejecución de un hecho tan irracional como matar a tu propia hija. En un momento determinado, algo le tiembla, aunque sea el más racional, el que más puede premeditar e idear un plan, en el momento de ejecución es el que más dudas va a tener. Creo que el que intentó cometer ese asesinato en julio fue alguien racional al que en el último momento le tembló el pulso. Eso, unido al hecho de que al día siguiente o esa misma tarde se fueron a comprar Orfidal, nos indica que probablemente el autor de esa compra es el autor de ese intento de asesinato", explica. Alfonso Basterra fue el que compró ese fármaco.

¿Por qué se suicidó Rosario Porto?

La salud mental de Rosario Porto, Charo o Charín —como la conocían los más allegados— era inestable desde su juventud. Los ansiolíticos que había consumido Asunta antes de su muerte y, según las investigaciones, "meses antes" eran los mismos que acompañaban a su madre desde hacía mucho tiempo.

Tras su entrada en prisión, intentó en dos ocasiones quitarse la vida pero hasta la tercera no lo consiguió. Fue el 18 de noviembre de 2020 cuando la encontraron ahorcada en la cárcel de Brieva (Ávila). Había cumplido ya 7 años de condena y se llevaba a la tumba muchas incógnitas del caso. Todas. Y, como recuerda el juez Taín, con ella se iba la única oportunidad de confesión porque está convencido de que "Alfonso no va a hablar".

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Taín también cree que se suicidó en ese momento porque ya tenía su primer permiso para salir unas horas de prisión y "no podía soportar que sus amistades y conocidos ya no creyeran en su inocencia".

¿Por qué Alfonso Basterra no pide los permisos penitenciarios de los que podría disponer?

El periodista Alfonso Basterra ha completado ya más de la mitad de su condena y se encuentra en segundo grado, por lo que ya podría disfrutar de algunos permisos penitenciarios como salir los fines de semana de prisión. Sin embargo, él nunca ha llegado a solicitarlo a pesar de poder hacerlo desde 2018. Puede que intuya que no se le iban a conceder esos permisos porque sigue sin admitir su responsabilidad en la muerte de Asunta.

Según La voz de Galicia, no recibe visitas y no sociabiliza con nadie en la cárcel. Los libros son su refugio y pasa mucho tiempo en la biblioteca de la cárcel de Teixeiro. Allí, hace un año tuvo lugar un suceso que le condujo a uno de los peores módulos de la prisión. Según cuenta El Correo Gallego, Basterra "le hizo llegar a un recluso de origen ruso algo que no debía" y fue trasladado a la zona donde se concentran los presos más conflictivos o que suelen tener problemas de convivencia. Ese mismo diario contaba también que cuando recibió la noticia del suicidio de su exmujer reaccionó con "frialdad y silencio".

¿Por qué no se hizo autopsia de los abuelos?

Tras el asesinato de Asunta, la Guardia Civil quiso investigar la muerte de sus abuelos un año antes pero fue imposible. Los padres de Rosario Porto tenían 78 y 88 años y murieron de forma repentina en su cama cuando dormían con siete meses de diferencia. Pese a la edad, no tenían enfermedades graves diagnosticadas y estaban aparentemente bien. Sus muertes no llamaron la atención en aquel momento pero cuando Charo fue detenida por Asunta, saltaron todas las alarmas. Ya no había nada que hacer. En su momento no se les hizo autopsia y fueron rápidamente incinerados horas después de su fallecimiento.

Con la muerte de sus padres, al ser hija única, Rosario Porto heredó una suma importante de dinero. Según El Faro de Vigo, el patrimonio de la familia ascendía a 1,2 millones de euros solo en bienes inmuebles. Hay que sumarle una colección de obras de arte, el valioso joyero de su madre y mucho efectivo. El cuerpo de Rosario descansa junto a las cenizas de sus padres y de su hija en el panteón familiar del cementerio de Boisaca, en Santiago.

¿Quién posee ahora todo el patrimonio de Rosario Porto?

Tras la muerte de Rosario Porto, se hizo cargo de su patrimonio su amiga María Teresa Sampedro, conocida como La Nena. La persona que nunca le abandonó. Esta misma semana, la Guardia Civil ha detenido a una de las personas que estaba allanando el chalet de Teo (A Coruña) donde fue asesinada la pequeña y que una vez los padres de Asunta entraron en prisión quedó semiabandonado. La Nena está intentando solucionar esos problemas de okupación y hace ya tiempo consiguió vender la casa de los padres de Charo en una de las mejores calles de Santiago. Vender el chalet de Teo será mucho más difícil.

Según detalla El Faro de Vigo, La Nena está reformando en estos momentos la casa de su amiga Charín en Santiago y también recibió como herencia un apartamento cerca de la playa en Vilanova de Arousa.

El abogado Juan Guillán era la otra persona que estaba incluida en el testamento de Rosario Porto pero decidió renunciar a la herencia. En ese documento también se especificaba que los herederos debían hacer una donación a su voluntad a tres ONG: Amnistía Internacional, SOS presos de Galicia y Human Rights Watch.

Elisa Muñoz

Elisa Muñoz

Periodista en Cadena SER desde 2008. Primero en programas como 'La Ventana', 'Hoy por Hoy Madrid' o...

 
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