El Tribunal Superior de Justicia de Madrid inicia el camino por las querellas contra la Fiscalía

Tras la admisión por el Tribunal Superior de Justicia de la querella por revelación de secretos presentada por el Colegio de Abogados de Madrid, vía exposición razonada del juez de Plaza de Castilla, los 6 magistrados que integran la Sala de Lo Civil y Penal deberán designar un juez instructor de la causa.

Una causa que va a unificar en un único procedimiento las dos querellas, esta de los abogados madrileños y la registrada por Alberto González Amador. Ser trata de dos querellas idénticas: se consigna el mismo delito y aparecen las mismas personas: la fiscal-jefe, Pilar Rodríguez y el fiscal de delitos económicos, Julián Salto.

Esta unificación en un solo procedimiento se determina por mera economía procesal, pero sobre todo por el principio jurisdiccional de que nadie puede ser encausado dos veces por lo mismo.

De cualquier modo, este camino acaba de iniciarse y la Fiscalía va a tener que fijar posición, una escena surrealista en los tribunales, la de miembros del Ministerio Publico investigados por la Justicia y con otros fiscales velando por la legalidad del procedimiento porque no parece que vayan a actuar como acusación pública, teniendo en cuenta que la Fiscalía no ve el delito de revelación de secretos por ninguna parte.

En definitiva, que el Palacio de Justicia de la madrileña calle del General Castaños se transforma en un juzgado de instrucción para asumir una investigación en la que aparecen dos aforados.