Torre del Burgo, el pueblo donde nueve de cada 10 vecinos son extranjeros

La respuesta a la pregunta de por qué hay tantos búlgaros en Torre del Burgo es aparentemente sencilla: por el espárrago. Cuentan en este pequeño pueblo de Guadalajara, tradicionalmente dedicado al cultivo del cereal, que a principios de los 2000 una vecina viajó a Stanford, en Estados Unidos, y envió a su hermano en España unas semillas de espárrago muy resistentes y productivas. A partir de entonces, las hectáreas de esta hortaliza se multiplicaron en Torre del Burgo, y con ellas, la llegada de trabajadores desde Bulgaria para cubrir la mano de obra necesaria en estas plantaciones.

Así es como Torre del Burgo se convirtió en el municipio con mayor porcentaje de vecinos extranjeros en España. 413 personas de otros países residen en esta localidad de la Alcarria, que ha pasado de contar con un padrón de 74 vecinos en el año 2000, a 474 en 2022, según datos del INE. La mayoría de ellos, de Bulgaria. Tanto es así, que en el pueblo ya bromean con cambiarle el nombre a la localidad y llamarla "Torre del Búlgaro".

Los datos contrastan, sin embargo, con la percepción de crecimiento que tienen algunos vecinos. Sin bar, sin escuela, sin tienda; el municipio no llega a los cinco kilómetros cuadrados y su alcalde, José Carlos Moreno, del Partido Popular, no está convencido de que la llegada de los trabajadores inmigrantes a Torre del Burgo haya ayudado a fijar población: “No conozco a ningún búlgaro que haya solicitado la nacionalidad española después de más de 20 años viviendo en el pueblo. Solo uno de ellos es propietario de una casa”, reflexiona en su despacho en el ayuntamiento. El edil cuestiona también los datos del padrón: “De los 474 vecinos registrados, hoy dormirán en el pueblo unas 130 personas; muchos se han vuelto a su país o están en otras localidades trabajando. Tenemos un estado muy generoso en el tema sanitario: te empadronas, te dan la cartilla sanitaria sin haber trabajado nunca y al día siguiente qué casualidad que tienes un problema en el riñón y te tienen que trasplantar... yo eso lo he visto”, se queja.

Basilio, por ejemplo, fue uno de los primeros búlgaros en llegar a la zona. Después de emigrar a Grecia cuando tenía 14 años, a principios de 2006 llegó a Torre del Burgo atraído por el trabajo en las plantaciones de espárragos. Hoy es encargado de personal en Hermanos Urbina, una de las empresas de espárragos más grandes de la región donde se llegan a concentrar hasta 300 trabajadores búlgaros en plena campaña. "Aquí tengo a toda mi familia, hemos comprado una casa y estamos muy tranquilos. Nos quedamos aquí para siempre", cuenta Basilio, sonriente, delante de la gasolinera donde se concentran algunos vecinos para tomar café de máquina porque el único bar que había en el pueblo cerró en 2020.

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A pocos kilómetros de allí, en una urbanización de casas bajas, Gala Marinova Toniva regenta un restaurante. Llegó a Torre del Burgo en 2005 cuando tenía 22 años para trabajar en la temporada del espárrago. En Bulgaria dejó a sus dos hijos, de cinco y ocho años, a cargo de sus suegros. Un año después, la familia pudo reagruparse en Torre del Burgo. Actualmente su marido continúa trabajando en la misma empresa de espárragos que lo acogió al llegar; y ella, al otro lado del mostrador de su restaurante, recuerda aquellos primeros años en España: "Empezar de cero en otro lugar, con tus hijos lejos, es duro. Queríamos encontrar una vida mejor, y ahora tenemos muchos amigos españoles. Este ya es mi país".