OCB y Joves per la Llengua llaman a una movilización para pulsar el malestar con las políticas contra la lengua propia

La Obra Cultural Balear y Joves per la Llengua llaman a una movilización social en Mallorca el próximo 5 de mayo en defensa de la lengua catalana. Confían en un respaldo masivo y creen que la concentración será un buen termómetro para pulsar a la población balear a favor de la lengua propia y en contra de los ataques de la extrema derecha a la misma.

"Sí a la Llengua" es el lema con el que la OCB y Joves per la Llengua vuelven a salir a la calle después de 5 años para defender el catalán como lengua propia de las islas. Consideran que es necesario la vuelta a la movilización ante la virulencua y actitud obsesiva de la extrema derecha que ha roto el consenso lingüístico de los últimos 40 años. El presidente de la OCB, Antoni Llabrés dice que no hay previsiones de seguimiento aunque confía en llenar las calles del centro de Palma para mostrar y medir el malestar ciudadano con las actuales políticas del Govern azuzadas por la extrema derecha

La concentración el próximo domingo 5 de mayo a las seis en la plaza Mayor de Palma será el punto de llegada o culminación del Correllengua que este año además es interislas con la implicación de 48 municipios de Mallorca, 5 de Menorca y 3 de las Pitiusas. Una Diada que además cuenta con el respaldo de más de 50 entidades del archipiélago. El presidente de Joves per la Llengua, Pau Emili Muñoz, señala que junto la OCB están dispuestos a colaborar con los poderes públicos desde la independencia para desafiar cualquier medida que sea un retroceso más en la lengua catalana.

Asegura el presidente de la OCB que son muchos los motivos para salir a la calle: la eliminación del requisito del catalán en la sanidad pública, la incorporación del castellano en las comunicaciones oficiales de ayuntamientos y Parlament balear o el plan de segregación lingüística. Habla de una vuelta a la anterior época del PP con José Ramón Bauzá. Señala Antoni Llabrés que es un momento difícil para la lengua catalana y reclama una vuelta al consenso estatutario en materia lingüística, además de políticas valientes y decididas para su promoción frente a aquellas que desgastan la lengua propia.