3-1. El Ibiza no tiene defensa y cae en Antequera

La UD Ibiza ha caído en el campo del Antequera, tras otro ejercicio de impotencia en ataque y con regalos impropios de la categoría en defensa. Al descanso se llegó con empate a uno, pero en el arranque del segundo tiempo, los andaluces arrollaron al equipo celeste, con más agujeros defensivos que un queso 'emmental' y con varios futbolistas retratados.

La defensa es un desastre, pero el caudal ofensivo brilla por su ausencia. Los locales han sido un equipo con más brío y contundencia y los visitantes un conjunto que ha deambulado por el césped sin energía ni ideas.

Sostiene el entrenador de la UD, Guillermo Fernández Romo, que la afición y todo lo que rodea al equipo, no debe dejarse invadir por la tristeza tras el bajón de resultados en la fase decisiva de la temporada regular. Seguro que los aficionados no quieren estar tristes, pero viendo el juego del equipo a más de uno le debe producir tristeza no ver demasiados motivos para sonreír.

Escassi, que volvía a la titularidad en el centro de la defensa por la baja por sanción de Pepe y Arturo Molina en ataque fueron las novedades de inicio en los visitantes. Por tercera semana consecutiva se quedó en el banquillo Soko. Cuesta creer que un conjunto con tantos problemas para generar ocasiones de gol no cuente desde el primer minuto con un futbolista que puede generar desequilibrio por su rapidez y pegada, por mucho que haya bajado su rendimiento en la segunda vuelta.

En esta fase de la competición no valen las exquisiteces, ya que lo que importan son los puntos. Así que el primer tiempo celeste no fue para enmarcar. El Antequera tampoco se prodigó mucho en ataque, más allá de los escarceos de Luismi, su jugador referencia en ataque. Sin embargo, los locales se pusieron por delante tras la primera 'cantada' atrás. Un saque de esquina que sacó con rapidez Luismi, pilló a la defensa en babia, Sequeira salió a por uvas y David Rodríguez aprovechó tantos regalos y cabeceó solo a la red.

Con ventaja en el marcador, el Antequera jugó con más comodidad y el Ibiza acusó los mismos problemas de los últimos meses a la hora en ataque. No hay noticias del nueve, Obolskii, al que tampoco llegan balones, una rémora, no aparece Gallar, en teoria, el futbolista diferencial de medio campo para arriba. Y en los extremos, ni un desequilibrio, Suleiman ha sido una nulidad por su banda y Molina tampoco aporta nada nuevo. Esto es lo que se está viendo jornada tras jornada, aunque cuando han sido otros los futbolistas de ataque el resultado ha sido el mismo.

Solo un par de acciones por banda derecha para buscar la igualada, la primera acabó con un remate de tijera de Eugeni que rozó el poste y la segunda fue un golazo tras un centro de Arturo, que dejó pasar Gallar y remató de nuevo Eugeni con clase al fondo de la red. La única acción digna de enmarcar en todo el encuentro de los ibicencos.

Así se llegó al descanso y en la reanudación, el Antequera arrolló al Ibiza que salió dormido y se vio desbordado. En cinco minutos el conjunto andaluz hizo dos goles y estrelló un balón en el poste. Primero fue Luismi quien ganó la espalda a Unai por banda izquierda y su centro lo remató Núñez a bocajarro desde el punto de penalti, Sequeira puso una mano salvadora para rechazar, pero la pelota le quedó a Destiny que se anticipó a Escassi y mando el balón a la red.

Un minuto después Escassi regaló la pelota a Destiny que se topó con el poste. Y en pleno desbarajuste ibicenco, un centro al área desde la banda derecha lo cabeceó Luismi elevándose por encima de Unai al fondo de la portería. Juego, set y partido.

El Antequera había resuelto el choque ante un Ibiza desastroso como equipo y con errores infantiles lamentables. Un conjunto sin alma y que al primer derechazo muerde la lona.

Tuvo un intento de recortar distancias Arturo con un remate forzado que rozó el poste y eso fue todo en ataque en el segundo acto. Romo movió el banquillo dando entrada a Arroyo y Soko, pero el choque que ya estaba decidido quedó todavía más sentenciado cuando Escassi, que ha jugado un partido lamentable, vio la segunda amarilla a los 64 minutos.

Ya no hubo más historia, el Antequera jugó a placer, tocando y sobando la pelota, sin querer hacer más sangre, estrelló otro balón en la madera y el Ibiza fue un rival inexistente que no probó al portero local. Entraron Bobadilla y Olabe en las filas ibicencas para que el agujero no fuera todavía mayor.

La afición del Antequera se lo pasó en grande y sueña con el play-off. El Ibiza, que podría acabar cuarto en la clasificación tras esta jornada, es un mar de dudas y el ascenso, si no hay un cambio radical se ve cada día como una misión similar a escalar el Everest si un sherpa.