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El doble rasero del fútbol español ante el racismo: solo se ha ejemplificado contra Mestalla

Apelación dejó sin castigo los graves insultos a Acuña en Getafe; este sábado, el protocolo no se aplicó de la forma adecuada después de que Nico Williams decidiera parar el Atleti-Athletic al escuchar la onomatopeya del mono desde uno de los fondos del Metropolitano

Imagen de la grada de Mestalla clausurada (Valencia CF)

Mientras esperamos pacientemente el decisivo Barça-VCF, trasladado de forma surrealista a la noche del lunes por obra y gracia de Javier Tebas, el fin de semana empieza a enseñarnos los primeros balbuceos del enésimo ejercicio de agravio comparativo dentro del fútbol español.

Este sábado, Nico Williams decidió interrumpir la disputa del Atlético de Madrid-Athletic de Bilbao al escuchar como le cantaban la onomatopeya del mono desde uno de los fondos del Metropolitano antes de ejecutar un córner. Martínez Munuera, colegiado del encuentro, recogió el desagradable incidente en el acta arbitral: "En el minuto 36 de partido aproximadamente, cuando el juego se debía reanudar con saque de esquina a favor del Athletic Club, se escuchó desde la grada fondo sur un sonido imitando a un mono 'UH, UH', siendo escuchado por el árbitro asistente número uno, al mismo tiempo que el dorsal número 11 del Athletic Club, Nico Williams".

Lo que el colegiado no indica en el acta es el error cometido por el Atlético de Madrid en la aplicación del protocolo contra el racismo aprobado por el Consejo Superior de Deportes. Así lo explicaba el prestigioso analista arbitral de la Cadena SER, Eduardo Iturralde González, en la sintonía de Carrusel Deportivo: "Hay cánticos racistas, pero en megafonía no lo han dicho, han pronunciado las palabras 'cánticos ofensivos'. Cuando el árbitro va a la posición del delegado de campo, tienes que activar el protocolo antirracismo y no lo han hecho desde los altavoces. Son cánticos ofensivos, sí, pero tenían que haber dicho que son racistas", explicó. Como muy bien añadió el director de Carrusel, Dani Garrido, instantes después, es una chapuza que esto siga ocurriendo en pleno 2024.

El 'Protocolo contra el racismo en el fútbol' aprobado por el CSD (Consejo Superior de Deportes) el 18 de marzo de 2005 establece de forma muy clara cuál debe ser la conducta de los clubes de fútbol en este tipo de escenarios:

- "Los clubes se comprometen a difundir y explicitar, a través de la megafonía y de los sistemas audiovisuales del estadio, mensajes en los que claramente:
a) se
condene y repruebe todo tipo de acto o conducta racista, xenófoba o intolerante".

- "La paralización o interrupción momentánea de los partidos donde se produzcan conductas racistas, xenófobas o intolerantes -tanto de obra como de palabra- será una facultad reservada a los árbitros".

- "Cuando los árbitros hagan uso de la facultad prevista en el apartado anterior instarán al organizador para que transmita -a través de la megafonía y de los sistemas audiovisuales del estadio- mensajes que condenen ese tipo de conductas y que insten a los asistentes a observar un comportamiento respetuoso con todos los participantes".

Esta relajación, este abandono a la hora de concienciar respecto a un asunto gravísimo, de tremendo calado social y, en definitiva, de aplicar la normativa establecida, no es sino una continuación de lo sucedido tras el Getafe-Sevilla del pasado 30 de marzo. Así lo describía el árbitro de la contienda, Javier Iglesias Villanueva, en el acta: "En el minuto 68, tuve que detener el encuentro debido a que se produjeron insultos racistas sobre el dorsal 19 del equipo visitante, con palabras como 'Acuña mono' y 'Acuña vienes del mono', desde aficionados situados en la zona central del campo detrás de la posición de mi árbitro asistente nº2. Dicha incidencia, siguiendo el protocolo de actuación en estos casos, fue anunciada por megafonía, no reanudando el juego hasta dicho momento dos minutos y medio después y no produciéndose en ninguna ocasión más en el encuentro".

El 3 de abril, ante la gravedad de los hechos, el Comité de Disciplina de la RFEF impuso una fuerte sanción para el Coliseum Alfonso Pérez: "A tal efecto, en los tres próximos encuentros a disputar por el Getafe CF SAD en sus instalaciones deportivas, se deberá cerrar el acceso al público en dicha zona, que quedará debidamente acotada, no pudiéndose reubicar a los espectadores que, en su caso, pudieran venir ocupando las mismas con carácter habitual. Además, durante la celebración de los partidos que abarca la sanción de cierre parcial, la zona clausurada deberá mostrar un mensaje visible de condena a los actos y conductas violentas racistas, xenófobas e intolerantes en el fútbol y apoyo al juego limpio". Además de la clausura parcial del Coliseum, Disciplina imponía una multa de 27.000 euros al Getafe.

Molesto con la pena recibida, el club azulón recurrió a Apelación, argumentando que no procedía su imposición "por carecer de responsabilidad disciplinaria al dar cummplimiento a todas las obligaciones que le eran exigibles". El recurso del conjunto madrileño añadía que consideraba la sanción desproporcionada y "no equitativa en comparación a otros antecedentes previos".

Desde luego, no lo era. La primera sanción que recibió Mestalla por los cánticos racistas a Vinicius fue de cinco partidos.

El 17 de abril, el Getafe emitió un comunicado público en el que anunciaba su satisfacción tras recibir el fallo del Comité de Apelación: "El Comité de Apelación de la RFEF estima las alegaciones presentadas por el Club en relación a los hechos reflejados en el acta del partido relativos a los presuntos insultos proferidos contra el jugador Marcos Javier Acuña. El Comité de Apelación de la RFEF ha notificado en el día de hoy, miércoles 17 de abril, al Getafe C.F. S.A.D. la resolución por la cual se acuerda estimar el recurso formulado por el club azulón. De esta manera, queda revocado el acuerdo impugnado que se contiene en la resolución del Comité de Disciplina, de fecha 3 de Abril de 2.024, por el que se acordaba imponer una sanción al Club de clausura parcial del recinto deportivo por un periodo de tres partidos y una sanción pecunaria de 27.000 €. Por lo expuesto anteriormente, la sanción queda sin efecto".

El Valencia, que también cumplió con todas las responsabilidades que le eran exigibles durante aquel encuentro contra el Real Madrid, que colaboró con las fuerzas de orden público desde la misma tarde en que se produjeron los hechos y que, muy importante (no todos los clubes lo han hecho) expulsó de por vida a los racistas, tuvo que jugar tres partidos con la grada clausurada. Mestalla, sí. El Valencia, sí.

Fue sancionado, conviene recordarlo, después de que Ricardo De Burgos Bengoetxea no reflejara en el acta la secuencia de insultos xenófobos contra Vincius. Solo refirió que tuvo que interrumpir el encuentro en el minuto 71, "al caer varios objetos en el área defendida por el equipo visitante desde la Grada Sur 'Mario Kempes', se activa el protocolo de lanzamiento de objetos, avisando al delegado de campo para que hiciese el correspondiente aviso por megafonía". En un anexo posterior, el colegiado vasco ya sí recogía los insultos racistas a Vinicius por parte de "un espectador, que desde la Grada Sur 'Mario Kempes' se dirigió al jugador nº20 del Real Madrid gritándole 'mono, mono', por lo que se activó el protocolo de racismo". El CTA (Comité Técnico de Árbitros) justificó esta doble versión del acta arbitral aludiendo a un error informático.

Son ustedes perfectamente libres de pensar que los niños vienen de París. Pero ya saben que no, que no vienen de allí.

Tengo delante unas declaraciones de Diego Pablo Simeone anoche, a la conclusión del Atleti-Athletic. Cuando le preguntaron por los graves sonidos racistas que tuvo que soportar Nico Williams desde una de las gradas del Metropolitano, dijo lo siguiente: "Es un problema social, no del estadio. Si mejoramos en la vida, mejoraremos en los escenarios donde hay gente y ojalá que se mejore, pero depende de todos". Y se quedó tan a gusto, Chimpún.

Les hago memoria. Javier Solís, director corporativo del Valencia, la noche del partido contra el Real Madrid y los insultos racistas a Vinicius: "El club ya está trabajando para la identificación de las personas que, presuntamente, hubieran hecho algún gesto o alguna manifestación racista (...) El Valencia aplicará su reglamento interno con la mayor severidad, que conllevará la expulsión de estos aficionados". Repito. La misma noche del partido. Simeone, ayer: "Es un problema social, no del estadio".

Mestalla fue clausurado de forma parcial. Cinco partidos, que luego quedaron en tres. Veremos si el Metropolitano corre la misma suerte o si, por contra, le ocurre lo mismo que al Getafe. Es decir, nada.

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Fran Guaita

Fran Guaita

Jefe de Deportes en Radio Valencia y director de SER Deportivos Valencia

 
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